
El ciervo común pertenece a la especie cervus elaphus, al orden de los artiodáctilos y a la familia cervidae.
Se encuentra distribuido por el sur de Europa, el centro de Norteamérica, el norte de África y el centro de Asia.
El hábitat natural de los ciervos son los bosques con claros y monte bajo.
Sus dimensiones son las siguientes: los machos pueden llegar a 220 cm de longitud, 120 de altura en la cruz y un peso de 160 kg. Las hembras son más pequeñas.

Dimorfismo sexual, en cuanto al tamaño, el macho es más grande, y éste tiene una imponente cornamenta, que cambia todos los años en primavera y va creciendo con la edad, las hembras carecen de cuernas.

Alimentación, los ciervos comunes son herbívoros y ramoneros (comen brotes de árboles y arbustos). Comen al amanecer y al atardecer, el resto del día lo pasan rumiando escondidos entre la maleza.

En cuanto a la cría, el período de gestación dura en torno a 8 meses y en cada parto dan a luz a una sola cría (excepcionalmente a dos). Los cervatillos serán alimentados exclusivamente con la leche materna durante tres meses.

La comunicación se realiza de múltiples formas destacando la berrea, acción característica de los ciervos macho que tiene lugar en la época de celo y consiste en una serie de berridos que simbolizan un reto entre distintos machos por las hembras. Normalmente se comunican también mediante berridos, con posicionamiento de la cola y las orejas y por medio del olfato.
Sus depredadores naturales son principalmente los lobos, los pumas, y, para las crías, los linces, el águila imperial y el águila real.
La longevidad del ciervo común en libertad es de unos 10 a 13 años.
