
La perdiz roja pertenece a la especie alectoris rufa, al orden galliformes y a la familia phasianidae
Se encuentra distribuida por Europa sur occidental. En España encontramos la subespecie hispánica distribuida por el norte y el oeste, y la intercedens por el este y el sur.
El hábitat de la perdiz roja son las llanuras, monte bajo, campiñas, zonas boscosas y terrenos cultivados. La podemos ver desde el nivel del mar hasta lo 2000 metros de altitud.
Son aves sedentarias que viven en pequeños grupos, aunque en la época de reproducción viven en pareja.

Las medidas aproximadas de la perdiz roja son: 34 cm de longitud, 50 cm de envergadura y pesa unos 480 gramos.
Dimorfismo sexual ambos sexos son muy parecidos, aunque el macho tiene un pequeño espolón en las patas del que carece la hembra.

La reproducción comienza en el mes de abril, aunque las parejas se forman en el mes de febrero. El nido es una pequeña depresión en el terreno, forrado con pasto y plumas, siempre escondido entre la hierva, ponen de 10 a 15 huevos, en ocasiones dos hembras comparten el mismo nido, la incubación dura 21 día, los pollos son nidífugos (abandonan el nido a las pocas horas de nacer). La madre mata insectos para que ellos se los puedan comer y le indica que semillas pueden comer sobre todo los primeros días, los pollos junto con los padres se mueven en grupo por su territorio aunque sean independientes en cuanto a la alimentación. A los 50 días son capaces de volar perfectamente.


Al final del verano se juntan en clanes familiares, de unos 15 a 20 individuos, permanecerán juntos hasta el mes de febrero, después los machos se separan para defender un territorio de cría; para ello se colocan en un montículo o resalte del terreno y cantan al amanecer y al atardecer.

La perdiz roja se alimenta principalmente de cereales, semillas, insectos, brotes de plantas y frutos.
Sus depredadores son águilas, búhos, zorros, serpientes y otros muchos.
Se comunican con el canto.

Como curiosidad decir que la madre cuando ve peligro para sus pollos revolotea fingiendo estar herida para distraer al depredador y darles tiempo a esconderse hasta que pase el peligro.
Le gusta darse baños de arena para eliminar parásitos y limpiar sus plumas.
Son aves corredoras que no vuelan a menos que se vean ante un peligro inminente o necesitan cruzar algún obstáculo.

La longevidad de la perdiz está en torno a los 10 años, aunque es muy variable ya que depende de numerosos factores como la alimentación, depredadores, etc.

