
El gorrión moruno pertenece a la especie passer hispaniolensi, al orden de los passeriformes y a la familia passeridae.
Su distribución comprende Asia central, Oriente próximo, norte de África y Europa (se encuentran en España, Turquía y Grecia).
Los gorriones morunos habitan fuera de los núcleos urbanos, en dehesas y campos de cultivo. Son migradores parciales, solo los que viven en las zonas más frías emigran hacia el sur.
Sus dimensiones son: de 14 a 16 cm de longitud, 28 gramos de peso y unos 24 cm de envergadura.


El periodo de reproducción del gorrión moruno es de abril a agosto. Son aves gregarias, nidifican en colonias, en ocasiones muy numerosas. Construyen sus nidos en los árboles y son de forma esférica con un orificio lateral. Para su elaboración utilizan pasto (fibras vegetales), forran su interior con plumas y pelo de animales. Los gorriones morunos también anidan en los huecos de los nidos de cigüeña y rapaces (como el busardo ratonero).
Ponen de 2 a 8 huevos, que incuban durante unos 11 – 14 días. Pueden hacer 3 puestas en una temporada de cría.


El macho se diferencia de la hembra (dimorfismo sexual) en que este presenta una corbata y babero negro y además la parte superior de la cabeza es de color marrón.

La alimentación del gorrión moruno es vegetal y granívora, aunque en la época de cría también incluye insectos dada la abundancia de estos en estas fechas.
Su comunicación es muy parecida a la del gorrión común aunque más metálica, siendo especialmente ruidosos cuando se encuentran en las colonias de cría.
Sus depredadores son el cernícalo, cárabo común, gineta, comadreja, gato montés y cuando están en el nido, culebras como la de escalera o la bastarda.
