El sapo corredor pertenece a la especie epidalea calamita, al orden anura y a la familia bufonidae.
Se encuentra distribuido por gran parte de Europa.
El hábitat del sapo corredor en muy variado, puede vivir desde el nivel del mar hasta los 2500 m de altitud, puede habitar regiones áridas ya que solo necesita el agua para la reproducción y lo hace generalmente en charcas temporales, es un anfibio nocturno que durante el día se esconde bajo piedras o enterrado en el suelo.
Las medidas aproximadas del sapo corredor son: de 8 a 9 cm de longitud los adultos y 3 cm los renacuajos.
Dimorfismo sexual, los machos son un poco más pequeños que las hembras y tienen unas callosidades en las patas delanteras para sujetarse en el amplexo axilar con las hembras, también tienen saco vocal para realizar la llamada nupcial.
La reproducción comienza dependiendo de las lluvias y las temperaturas de cada zona, en Toledo (España) podemos ver puestas desde el mes de febrero. Machos y hembras se reúnen en charcas temporales, durante el amplexo axilar la hembra pone de 3000 a 4000 huevos negros unidos en tiras gelatinosas que se van quedando enganchados entre las hiervas de la charca, los huevos eclosionan a los 5 o 15 días y los renacuajos completan la metamorfosis entre 20 y 95 días dependiendo de las temperaturas.
El sapo corredor adulto se alimenta de invertebrados e insectos, pero los renacuajos tienen una dieta herbívora y detritívora.
Sus depredadores son la culebra viperina, el turón, el cárabo y el mochuelo europeo, entre otros.
Se comunican con un canto que realizan los machos en época de celo desde las charcas temporales donde se reúnen llegando a recorrer en ocasiones hasta 2 km de distancia hasta llegar a ellas, siempre cantan al anochecer cuando la temperatura y el grado de humedad sean adecuados.
Su longevidad es de 10 años aproximadamente.