
La liebre ibérica pertenece a la especie lepus granatensis, al orden lagomorpha y a la familia leporidae, existen 3 subespecies.
Se encuentra distribuida por gran parte de España y Portugal, aunque faltan en algunas zonas del norte, son endémicas de la península ibérica.
El hábitat de la liebre ibérica es preferentemente los espacios abiertos, como campos cultivados de cereal, viñedos, olivares, eriales, dehesas y llanuras. Es de hábitos nocturnos y crepusculares, durante el día permanece encamada en una pequeña depresión en el terreno que prepara para pasar desapercibida.

Sus medidas aproximadas son: de 45 a 50 cm de longitud y pesa de 1500 a 2600 g, tiene unas grandes orejas de unos10 cm marrones con una mancha negra en la punta, su cola es negra por la parte superior y blanca por la inferior, mide unos 11 cm, sus patas traseras son más largas y musculadas que las delanteras, con las que pueden dar grandes saltos y correr a 70 km/h.
Dimorfismo sexual, las hembras son un poco más grandes que los machos.
Pueden reproducirse durante todo el año aunque influye la disponibilidad de alimento y factores ambientales. La madurez sexual la alcanzan a los 7 u 8 meses, la gestación dura de 41 a 44 días, paren de 1 a 4 crías, generalmente 2 completamente desarrolladas que permanecerán junto a la madre 3 días en la cama paritorio, tapadas con pelo de la madre. Al cuarto día la madre las esconde por separado en los alrededores camufladas entre la vegetación, son amamantadas al anochecer y destetadas a lo 28 días.

La liebre ibérica se alimenta de plantas herbáceas, cereales, frutos, raíces, corteza de ramas y ocasionalmente carroña de anímales muertos. Al igual que los conejos se come parte de sus excrementos que no han sido digeridos en su totalidad para reabsorber todos los nutrientes por segunda vez.
Tienen muchos depredadores, entre otros el búho real, el águila real, el zorro y el hombre.
Se comunican por el olfato que tienen muy desarrollado.
Su longevidad es de 9 años aproximadamente.
