El lince ibérico pertenece a la especie lynx pardinus, al orden carnívora y a la familia felidae.
Se encuentra distribuido en España y Portugal, es el felino más grande de la Península Ibérica.
En España lo podemos ver en el Parque Nacional de Doñana, Sierra de Gata, Sierra Morena, Montes de Toledo y Sierras Béticas.
El hábitat del lince ibérico es principalmente el bosque mediterráneo.
Es un animal solitario y muy territorial.
Las medidas aproximadas del macho son: 85 cm de longitud, altura en la cruz 45 cm, pesan unos 14 kg, su cola es corta y mide aproximadamente 15 cm. Las hembras son más pequeñas. Sus uñas son retráctiles y les sirven para trepar a los árboles con facilidad.
Dimorfismo sexual, la diferencia más visible es su tamaño ya que los machos son más grandes que las hembras.
La reproducción comienza con el celo de las hembras, solo tienen un celo al año y varía entre los meses de diciembre a febrero.
La hembra elige un cubil o madriguera donde parirá las crías, de las que se encargara en solitario.
La gestación dura de 63 a 67 días, tras los cuales nacen generalmente de 2 a 3 crías con un peso aproximado de 200 g , estas nacen con los ojos cerrados y serán amamantadas durante 2 meses.
Se alimentan principalmente de conejos, aunque también cazan roedores, corzos jóvenes y aves. Suelen salir de caza al atardecer y su estrategia de caza es al acecho.
Sus depredadores cuando son jóvenes son, el búho real y el águila real.
Se comunican con una especie de maullidos, con el olfato, rozándose con la cabeza y con movimientos de la cola. Los machos marcan su territorio de caza con orina.
Su longevidad es de aproximadamente 13 años en libertad.
Amenazas para su supervivencia:
– Destrucción de su hábitat natural (bosques mediterráneos) causada por la intervención del ser humano en el medio.
– Disminución del número de conejos en sus zonas de caza.
–Atropellos en las carreteras que cruzan sus territorios.
Gracias a la gran labor realizada por distintas organizaciones para la conservación del lince ibérico, mediante técnicas de cría en cautividad y posterior reintroducción en su medio natural, con seguimiento de algunos ejemplares para extraer datos que ayuden al mantenimiento de la especie, la población de linces ibéricos supero en 2023 los 2000 ejemplares.